Durante el invierno las calderas de gas son las encargadas de suministrarnos calefacción y, en muchos casos, agua caliente, por lo que es necesario que las cuidemos como es debido para evitar posibles averías encargando a profesionales que lleven a cabo la limpieza de calderas de gas.
Uno de los factores más importantes que debemos atender en una caldera es su limpieza y mantenimiento ya que, si se lleva a cabo de manera correcta, con la limpieza de calderas de gas se consigue mejorar el rendimiento de la caldera y prolongar su vida útil.
Es recomendable que esta limpieza y mantenimiento los lleve a cabo un servicio técnico autorizado, puesto que es quien mejor conoce el producto y el proceso de mantenimiento en función del modelo de la caldera.
El servicio técnico, en función del modelo de caldera a la que se va a realizar la limpieza o mantenimiento, dispondrá del material adecuado así como del procedimiento indicado por el fabricante.
Los tecnicos del servicio tecnico de calderas autorizado procederá a revisar los puntos más sensibles en la limpieza de calderas de gas como:
El ventilador, que se encarga de recoger el aire del exterior para comenzar la combustión, por lo que es uno de los componentes que más polvo acumula. Se debe limpiar con un cepillo para no evitar obstrucciones en la circulación del aire.
El quemador juega un papel fundamental en la combustión. Es la parte a la que más atención se debe prestar en la limpieza, ya que es necesario que la alimentación del gas llegue sin problema para el buen funcionamiento de la caldera. Para ello se realiza la limpieza de las toberas, donde se produce la mezcla del gas con el oxígeno con el fin de que esta sea homogénea y genere una llama perfecta.
Los electrodos, que pueden ser de centro o bien de encendido, son los que hacen que la caldera se encienda, por lo que es importante al hacer la limpieza de calderas de gas controlar que estén a la medida adecuada así como que la señal que producen esté dentro de los valores indicados por el fabricante.
La carcasa y el panel de mandos se deberán limpiar solo con un paño humedecido con agua, sin utilizar ningún producto de limpieza ni detergentes fuertes o corrosivos.
Por último, el conducto de humo también es una parte importante, ya que si contiene suciedad se podría obstruir y dificultar así la salida de humos. Ello podría provocar una sobre presión en el hogar que haga que la caldera no funcione.
Fuente: www.eleconomista.es